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Via Pulchritudinis una respuesta evangelizadora ante la crisis del hombre contemporáneo

Autor: Pe. Leonardo Barraza, EP

La Iglesia católica, a lo largo de los siglos,  en cumplimiento del divino mandato de su fundador: Ite et docete omnes gentes (Mt.28-19), siempre encontró obstáculos y oposiciones.

Ella, en respuesta, entre otras, siempre cultivó la belleza como medio de abrir caminos para la cristianización del mundo. Los clérigos junto a los bárbaros en la Europa del siglo V;  los misioneros en el “Nuevo Mundo” del XVI, y posteriormente en África, Asia u Oceanía, con audacia y tesón, predicando, sufriendo el martirio o hablando extrañas lenguas,  siempre recurrieron a la eficacia de la via pulchritudinis – expresión latina que significa vía de la belleza para la evangelización.  Cuando en el siglo V el cristianismo comenzó a difundirse por Europa creando una nueva civilización, fue la belleza, expresada en símbolos, tanto en  la liturgia, en los ornamentos, en la música, en la arquitectura, en los trajes, en las costumbres, en los gestos y modales,  lo que constituyó uno de los principales pilares para su expansión.

Igreja do Sagrado Coração de Jesus, São Paulo Capital

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Sobre esta genialidad  del alma medieval  Maceiras (2002) dirá:

La mentalidad simbólica es una de las más notables características del pensamiento medieval, suscitada por una doble motivación: la natural, que invita a ver en las cosas un sentido más rico y amplio que el de su realidad física, y la textual que ve en los libros y relatos de las Escrituras la expresión simbólica de la acción de Dios. (p. 42)

Existe en consecuencia un lenguaje basado en la belleza que tiene el poder de mover los corazones. La experiencia demuestra que para tocar el alma humana en lo que tiene de más profundo, no son suficientes los raciocinios abstractos y la mera teoría. Es necesario tocar las fibras del corazón.  La belleza a través de los símbolos y otras formas de expresión  tiene ese poder evocativo para impulsar al ser humano al bien, a la verdad, en síntesis, a la virtud.  A este respecto así se expresa Maceiras (2002):

Análogas al lenguaje, otras muchas formas de expresión- el gesto, el juego, la danza, el disfraz, el arte o el rito- se multiplican y articulan como representaciones que llamamos simbólicas por la capacidad de prefigurar realidades (experiencias, cosas, sentimientos, etc.) sólo asequibles a su trasluz. En el poder de evocar una ausencia por la provocación de una presencia radica la esencia del símbolo y del simbolismo. (p.284)

Esta es una de las llaves maestras. Si en la Edad Media, si en el siglo XVI y en otras épocas, la belleza a través del simbolismo, tuvo esa eficacia para tocar los corazones, en nuestros días, como vimos en la primera parte de este trabajo, ella, tiene un importante papel a desempeñar. Así lo vio Juan Pablo II, (6)  lo sustenta en la actualidad Benedicto XVI (7) y el Pontificio Consejo para la Cultura  representado por su máxima autoridad, el Cardenal Paul Poupard  (8) quien en numerosas alocuciones han mencionado la Via Pulchritudinis, y el cultivo de la belleza como uno de los caminos apropiados de evangelización y de diálogo con la humanidad en los tiempos actuales.

 

Mucho se podría decir sobre este aspecto que constituye una larga tradición y un valioso acervo en la Iglesia. Dejemos consignado apenas que Maceiras (2002) lo aborda cuando analiza: “La experiencia estética” en el punto 4.6.1. de su obra.

No pudiendo abarcar todas las materias, digamos que nuestro autor en el capítulo 6, punto 6.3.3. — al describir la utilización del simbolismo, en el contexto de los asuntos asociados a la significación lingüística– aporta luces y antecedentes para quien desee  fundamentar la perspectiva de la vía pulchritudinis,  no tanto en los aspectos bíblicos o teológicos, si no más bien en lo que respecta a lo filosófico, con vistas a proponer estratégicas y  proyectos para  hacer de esta vía, un camino eficaz de evangelización en beneficio de la cultura y al mismo tiempo dándole oportunidad para confrontarla, en un sano debate, con todos los hombres preocupados por el futuro y el bien de la humanidad, sean o no creyentes.

Con el subtítulo “Funciones pragmáticas del simbolismo” Maceiras (2002) entrando en materia dirá:

El concepto “pragmático” quiere expresar la eficacia operativa del simbolismo sobre la experiencia social de individuos y comunidades en las que ejerce influjos de indudable y duradera trascendencia. Por su fuerza simbolizadora el ser humano ha ido conquistando y transfigurando el mundo natural y fundando la diversidad y riqueza cultural. Pero, a su vez, cada hombre nace ya en medios simbólicos (artísticos, sociales, religiosos, morales) que, en reciprocidad, lo configuran y, en cierto modo, lo constituyen en no pocas de sus manifestaciones existenciales. Por diversos caminos, el simbolismo prefigura la identidad, tanto individual como colectiva, precisamente por su condición de mediador universal entre el yo y el mundo. (p.321)

Nuestro autor, en una aproximación a este “haz de virtualidades” que el simbolismo posee, enunciará tres categorías: las psicogenéticas, axiológicas y las de legitimación comunitaria institucional.

Categorías psicogenéticas

Sobre éstas, (Maceiras, 2002) dirá que los símbolos más lexicalizados y textualizados, como son el mito, el cuento, la leyenda, la representación, el poema etc., han contribuido a hacer más objetivos los ámbitos subjetivos pues han colaborado a una vertebración de hechos y experiencias. La lengua y la literatura, con otros complejos simbólicos tales como el arte, la ritualidad, el dibujo, la danza, el jugo, el baile, la música, etc., han establecido relaciones y dependencias entre las categorías subjetivas (antropológicas) y categorías objetivas (la cultura sedimentada). “De ahí  que estos complejos simbólicos sean estímulo esencial para el progreso de la conciencia individual y para la promoción cultural de la especie.”(p.323)

Y renglones más adelante concluye su pensamiento:

Tales supuestos alcanzan su máxima vigencia cuando se trata de los lenguajes simbólicos propios de textos sapienciales o que recogen las tradiciones religiosas y espirituales de un grupo o comunidad. Son éstos los que, en virtud de su propia eficacia reflexiva sobre los hablantes (o creyentes) modelan los pensamientos más íntimos, regulan la utilización y comprensión del medio, prejuzgan las relaciones comunicativas y determinan la percepción utilitaria o no de los seres naturales y objetos artificiales… (p.323)

Estas observaciones, en la perspectiva de la via pulchritudinis muestran la necesidad de una predicación viva, la proclamación verbal de un mensaje con capacidad fascinadora pues se sabe que el hombre moderno, está hastiado de discursos, se muestra con frecuencia cansado de escuchar y, lo que es peor, reticente a  la palabra. En este sentido, los medios audiovisuales, a pesar de los efectos deletéreos que causan en el mundo de la cultura,  pueden ofrecer estímulos  de gran eficacia comunicativa.  Maceiras (2002) también se refiere a ellos, cuando habla de la “galaxia de la imagen” 8.5.2. Del cual destacamos este pensamiento:

La imagen y la transmisión de mensajes por canales audiovisuales, han suscitado la exuberancia imaginativa contrariando el estancamiento y balanceando el intelectualismo con la sugestiva fuerza y vigor que sólo las imágenes son capaces de promover. (p.431)

Categorías Axiológicas

A este respecto dirá que los complejos simbólicos actúan como esquemas previos de evaluación, no solo en el campo espiritual, cosmológico o moral sino que en lo que concierne a valores de uso. El simbolismo posee una eficacia en relación con las conductas individuales y colectivas. (Maceiras 2002, pp.323-324)

En la perspectiva que analizamos, las nociones escatológicas de la muerte, de un juicio particular, de un juicio final, de un  premio o un castigo post-mortem, adquieren una perspectiva de alto valor  memorativo y axiológico,  plausibles de ser comunicadas por las incontables variantes artísticas “encarnadoras” o concretizadoras del símbolo. Pocos aspectos cautivan tanto al hombre como la necesidad de responder: …y después de esta vida ¿qué…?

Categorías de legitimación comunitaria institucional

El simbolismo ejerce una función prefiguradora de roles, funciones e incluso identidades que el individuo va adquiriendo en la comunidad o sociedad en la que convive. (Maceiras 2002 p.326)

Legitimación Institucional.

Maceiras (2002)  nos dirá que:

… la incorporación de relatos, mitos y acontecimientos fundadores rescatados por el simbolismo narrado o escrito, se erigen en legitimadores de las instituciones comunitarias que perviven al amparo de tales símbolos originarios, sacrales o ya secularizados, pero no por eso menos eficientes. Por una parte, este efecto de concurrencia simbólica, puede contribuir a la cohesión social y a la vinculación ética para movilizar proyectos comunes. (pp.326-327)

Este fenómeno es notable en el género literario de las epopeyas y de modo especial en las  medievales. La poética utilizada por los juglares o cronistas otorga un sabor peculiar a sus narraciones, Análogo papel cumplen los relatos heroicos en los cuales están incumbidos hombres y mujeres grandes por la fe, su entrega y su heroísmo.

Sintetizando, podemos afirmar que los fenómenos vinculados a la religión y los hechos gloriosos narrados o cantados épicamente, son las fuentes de simbolismo más imperecederos por causa de esa “legitimación institucional” que llevan en su  esencia, (Maceiras, 2002, pp.326-327),  portadores  de un halo de misterio, campo fertilísimo para continuas explicitaciones.

Estos aspectos metafísicos pueden ser utilizados para el bien y la verdad  siendo  una fuente de  inspiración para la cultura y un polo de pensamiento para la difusión de  una filosofía del Evangelio que provoque esa chispa salvadora y liberadora de la despersonalización, irresponsabilidad y pérdida de identidad, a la cual se refiere Maceiras (2002, p.429).

Legitimación de las mediaciones sociales

En segundo lugar, nos dirá Maceiras (2008), que “las costumbres populares, formas de concebir la familia, roles y comportamientos, funciones sociales, etc., son, en gran medida, reflejo del simbolismo tradicional muy ligado a la literatura” (p.327) Que pueden actuar como un “impulso creativo, o pueden ejercer de reactivo para el anquilosamiento retrógrado. En ambos casos se muestra la eficacia subconsciente de los sistemas simbólicos, que legitiman unas formas y deslegitiman otras, dando lugar a lo culturalmente “normal” o “anormal”. (p.327)

Y concluye su pensamiento: “Si esto es más perceptible en el ámbito de las creencias, consideradas en su dimensión social, no lo es menos en el terreno de lo artístico y de lo puramente costumbrista.” (p.327)

Esta categoría descrita por nuestro académico, enmarcada en el ámbito de una pastoral eclesial, encuentra en la promoción de la hagiografía de hombres y mujeres virtuosos,  modelos de vida,  paradigmas perfectos. Quienes  practicaron la virtud en grado heroico siempre fueron propuestos por la Iglesia como síntesis ideal de perfección moral, dignos de ser imitados. En función del modelo por excelencia: Nuestro Señor Jesucristo.

Tales son de modo, escueto las profundas observaciones filosóficas de Manuel Maceiras Fabián. Sólo nos resta, concluir las presentes consideraciones.

Conclusión

A la manera de quien gira un caleidoscopio, hemos abordado en este trabajo tan sólo una de las tantas, variadas, ricas y sustanciosas facetas analizadas por el autor de Metamorfosis del Lenguaje. Indiscutiblemente  una obra de gran erudición y de alto quilate intelectual.

Como quedó consignado,  ante las brumosas perspectivas descritas por el autor, en uno de sus acápites (8.5.1),  la via pulchritudinis  se impone como una respuesta, entre otras posibles, ante la emergencia cultural de occidente.

El uso de un apropiado lenguaje simbólico acompañado de la belleza, tiene la fuerza de impacto capaz de provocar en el corazón del hombre un deseo de verum y de bonum. La Palabra, escrita u oral, a manera de un  código simbólico, cargada de brillo, rutilancia y esplendor posee la fascinación de despertar anhelos y sueños en el ser humano, sacándolo de su inmanencia egoísta y trivial, para abrirlo en una actitud de admiración al Ser Trascendente por excelencia, el Alfa y Omega de todas las cosas. Además, el encuentro con la belleza, como decía el entonces Cardenal Ratzinger, puede ser el dardo salvífico que alcanzando el alma, la hiere  y por la  herida  abierta, pueda encontrar  criterios de juicio y capacidad para valorar correctamente los argumentos en su encuentro con la verdad. (9)

La lectura de Metamorfosis del Lenguaje de Manuel Maceiras Fafián, parafraseando al Beato Juan Pablo II,  nos dio la oportunidad de internarnos desde una óptica filosófica, en el mundo de quienes con apasionada entrega buscan nuevas epifanías de la belleza en el ámbito literario y figurativo, sirviéndose de las infinitas posibilidades de las imágenes y de sus connotaciones simbólicas  para ofrecerlas al mundo a través de la creación artística.

Los hombres del siglo XXI necesitan urgentemente de la belleza para afrontar y superar los desafíos cruciales en los que se debate. Gracias a ella, en el pasado,  la humanidad  supo ponerse en pie y reanudar su camino después de cada extravío. Hoy, a casi diez años de haber iniciado el siglo XXI, no será diferente. Precisamente en este sentido se ha dicho, con profunda intuición, que “la belleza salvará al mundo”. (10)

Referencias

Benedicto XVI.  La secularizacion en la Iglesia desvitúa la fe cristiana y el estilo de vida de los creyentes, 5 de marzo de 2008. Obtenida el 5 de mayo de 2008 desde   http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/cultr/documents/rc_pc_cultr_doc_20000126_jp-ii_addresses-pccultr_sp.html#13

Cunha Pizzatto, T. La crisis de la enseñanza jurídica- La necesidad de una gran revolución. Obtenido el 4 de mayo de 2008 desde http://www.direitoempresarial.com.br/modules/artigos_rss/imprime_um_artigo.php?cod_artigo=51

Maceiras, M. Metamorfosis del Lenguaje. Madrid: Editorial Síntesis.

Notas

1. Cf. El protestantismo encarnación religiosa de la cosmovisión de la Edad Moderna, en Derisi O. Filosofía de la Cultura y de los Valores. Buenos Aires: Emecé Editores, 1962.

2. Solamente restringiéndonos al ámbito de la cultura, numerosos en este sentido y de alto vuelo intelectual son los discursos de S.S Juan Pablo II y más recientemente de su predecesor el Papa Bendicto XVI a los miembros del Consejo Pontificio de la Cultura disponibles en http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/cultr/documents/rc_pc_cultr_doc_20000126_jp-ii_addresses-pccultr_sp.html .

3. Ver el ilustrativo artículo: Euclides Guzmán, arquitecto y académico: “La docencia está en crisis”disponible en http://www.revistaca.cl/2006/04/euclides-guzman-arquitecto-y-academico-%E2%80%9Cla-docencia-esta-en-crisis%E2%80%9D/

4. Ver a este propósito el ensayo de Nancy Rosado Camacho:  Destrezas de pensamiento crítico. Disponible en http://ponce.inter.edu/cai/reserva/nrosado/pensamiento.htm La mencionada académica  describe desde su experiencia académica la carencia de sus alumnos en el ámbito que comentamos.

5. Ver el interesante trabajo de Kênia Aparecida dos Santos quien describe tal terminología comentando los resultados del mencionado examen de la OAB.  Disponible  en  http://www.unilavras.edu.br/cursos/graduacao/pedagogia/artigos/analfabetismo_funcional.pdf

6. Cf. Carta del santo Padre Juan Pablo II a los artistas- A los que con apasionada entrega

buscan nuevas “epifanías” de la belleza para ofrecerlas al mundo a través de la creación artística. 4 de abril de 1999. Disponible en  http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/letters/1999/documents/hf_jp-ii_let_23041999_artists_sp.html

Sobre la via pulchritudinis ver el discurso de S.S. Juan Pablo II a los Miembros de las Academias Pontificias, Martes 9 de noviembre de 2004. Disponible en http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/2004/november/documents/hf_jp-ii_spe_20041109_pontifical-academies_sp.html Y la Audiencia General del 29 de septiembre de 2004. Disponible en: http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/audiences/2004/documents/hf_jp-ii_aud_20040929_sp.html

7. Cf. Presentación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Discurso de S.S. Benedicto XVI   Martes 28 de junio 2005. Disponible en http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2005/june/documents/hf_ben-xvi_spe_20050628_compendium_sp.htmlb

Ver además el discurso del entonces cardenal Joseph Ratzinger a los participantes en el «Meeting» de Rímini (Italia) celebrado del 24 al 30 de agosto de 2002 por iniciativa del movimiento eclesial Comunión y Liberación sobre el tema «La contemplación de la belleza».Disponible en http://sintesis.wordpress.com/2007/03/11/ratzinger-la-contemplacion-de-la-belleza/

8. Cf. La identidad católica de los centros culturales y los jóvenes en busca de la belleza que cautiva .Conferencia Inaugural del cardenal Paul Poupard, en el II Encuentro de responsable de centros culturales católicos del Cono Sur  (Salta, Argentina 14 de junio de 2005) disponible en http://aica.org/aica/documentos_files/Otros_Documentos/Varios/2005_06_14_Poupard.htm

Ver además,  La Via pulchritudinis, camino de evangelización y de diálogo. Documento final de la Asamblea Plenaria, 2006. Disponible en   http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/cultr/documents/rc_pc_cultr_doc_06121999_documents_sp.html

9.  Palabras pronunciadas en el ya citado  discurso (nota 7 arriba)  a los participantes en el «Meeting» de Rímini (Italia) celebrado del 24 al 30 de agosto de 2002 por iniciativa del movimiento eclesial Comunión y Liberación sobre el tema «La contemplación de la belleza».

10. Paráfrasis de los inspirados conceptos que S.S. Juan Pablo II vertió en su célebre  Carta  a los artistas- Ya referida en la nota 6. arriba. La feliz expresión “La Belleza salvará al Mundo” según lo cita el documento papal es de F. Dostoievski.

ago 132011
 

Autor: Pe. Leonardo Barraza, EP

Introducción

Dentro de las valiosas  reflexiones filosóficas donde se abordan aspectos antropológicos, psicológicos y filológicos en la obra Metamorfosis del Lenguaje del  pensador y académico, Manuel Maceiras Fafián, señalaremos algunas, que desde nuestra perspectiva,  consideramos dignas de ser mencionadas  por la actualidad de la temática  y la erudición del autor.

I.-   El hombre contemporáneo y el lenguaje

Considerando el  desarrollo  histórico de la humanidad,  para nadie es novedad que en nuestros tiempos,  existe una profunda crisis que perturba al mundo,  abarcando todas las actividades del ser humano. Ciertos autores  hablarán de un auténtico y verdadero proceso de decadencia instalado en la civilización occidental cristiana desde el Humanismo y el Renacimiento, el cual alcanzó su auge en el siglo XX. (1) Otros se referirán a amenazas insidiosas que en virtud de corrientes hedonistas exasperan en el hombre sus instintos y lo deslumbran con ilusiones de consumo indiscriminado. Muchos, casi como lugar común apuntan para una crisis cultural que afecta todos los dominios de la actividad del hombre, como son, la cultura, el arte, las leyes, las costumbres y las instituciones. (2)

Una vez que para Gadamer, “la esfera lingüística – según comenta Maceiras (2002)- es el horizonte de la hermenéutica propiamente filosófica, y remite a una ontología del lenguaje, que ve en él, no un instrumento, sino una de las manifestaciones más significativas del ser humano”, (pp.222-223)  no podía dejar de ser que la mencionada crisis, aflorase de modo particular en el hombre en cuanto sujeto hablante.

Dentro de esta perspectiva, nuestro autor, dedicará las últimas páginas de su obra para abordar un tema que incide profundamente en la temática de la Metamorfosis del Lenguaje: La comunicación en la sociedad tecnificada.

São Paulo, la ciudad mas populosa de América

São Paulo, la ciudad mas populosa de América

Una faceta  de esta crisis en la óptica de Manuel Maceiras Fafian

Maceiras en el capítulo 8.5. plantea los desafíos que impone la comunicación cibernética globalizadora del siglo XXI que “es hoy producto de consumo que prolifera con abrumadora y prodigiosa efectividad sobre individuos y sociedades, alcanzando sus efectos a la humanidad en su dimensión planetaria”. (p.428)

Para afirmar apoyado en reconocidos pensadores que:

En nuestra modernidad es una evidencia que los medios de comunicación, a través de una imponderable emisión de señales, sobre todo los que usan canales audiovisuales e informáticos, contribuyen a generar y sustentar prácticas, formas de vida, de pensamiento, de interacción social e intercambio, dando razón a Peirce, Lévi Strauss, Mc Luhan y Shannon. (p.429)

Tal fenómeno termina ejerciendo procesos adversos, los cuales con profundidad  intelectual Maceiras describirá:

Victoriosos sobre el espíritu, la innegable eficacia práctica de los medios en el dominio psíquico y en el ámbito familiar y social, ha inducido la rápida conclusión de endosar a su influencia los procesos de despersonalización, irresponsabilidad y pérdida de identidad, males crónicos del “hombre unidimensional” descrito por Marcuse ya en 1966…

…Este hombre sin fondo, exiliado de la Galaxia Gutemberg, de lectura, del libro y del reposo reflexivo, se topa con un yo vaciado incluso de pulsionalidad inconsciente, con un cerebro sometido a la fugacidad sustitutiva de informaciones e imágenes que, a juicio de la neurología actual, acelera el funcionamiento de sus capas y circuitos superficiales y ralentiza los más profundos, fomentando un tipo de pensamiento discontinuo, débil, discursivamente inconexo. (p.429)

Es una realidad. El fenómeno arriba descrito, ha terminado afectado al lenguaje tanto en su esfera de lo escrito como en su interlocución, de modo que éste viene sufriendo un progresivo y sostenido deterioro.

Desde diferentes disciplinas propias del quehacer cultural,  se denuncia una decadencia tanto en los aspectos lingüísticos, fonéticos,  gramaticales, ortográficos etc. Dicha decadencia, tal vez no sea exagerado afirmarlo,  asume características de catástrofe cultural si se considera el ámbito de las altas casas de estudio como son las universidades.

Constituyen legión en el mundo académico quienes  no dudan en calificar la actual situación de la educación superior como una grave crisis,  la cual, afirman,  es muy difícil  revertir. (3)

La experiencia demuestra  que los jóvenes más que nadie son poco propensos (para decir solo eso…)  a las exposiciones orales o escritas sobre temas de cualquier naturaleza: religiosos, filosóficos, científicos, literarios u  otros, por más atrayentes,  metódicos o claros que sean.

Cuando los exámenes  son manuscritos y no se puede copiar de Internet, el tema se vuelve candente. Es la hora de la verdad. Ahí el está el papel en blanco, el bolígrafo y en la mente, se supone, el tema a desarrollar. Muchas veces, las ideas cuando quedan estampadas, son  luego de un “parto con dolor” – para usar la gráfica expresión de Nancy Rosado Camacho (4). Los problemas más graves se dan en redacción y estilo. Así,  no es de extrañar que las innumerables, y a veces garrafales faltas ortográficas, constituyan, a la larga, una nimiedad.

Ilustrativo es el hecho que sucede año a año en la Orden de los Abogados de Brasil (OAB). La entidad, la  máxima representante de tales profesionales en el país con más habitantes de Latinoamérica, exige a los alumnos recién egresados,  un examen de redacción y ortografía para autorizar el ejercicio de la profesión. Según el artículo que disponemos, con el sugestivo título: “La crisis de la enseñanza jurídica- La necesidad de una gran revolución,” de Cunha Pizzatto, (s.f), el porcentaje de reprobación es alto: 70% en todo el país. El Presidente de la OAB, Roberto Busato, afirma:

El bajo índice de aprobación en el examen de la OAB se debe al hecho no sólo de la falta de conocimiento técnico al respecto del Derecho, sino también a un problema aún más preocupante: la mala formación del joven profesional. Errores graves de concordancia verbal y nominal, acentuación, ortografía, dificultades de expresión y falta de organización de ideas, son algunos de los problemas más comunes de los licenciados en Derecho.

Surge así  y se proyecta en el mundo universitario el término  “analfabetos funcionales” para referirse a tal tipo de alumnado. (5)

Por otra parte, a la par de esta decadencia en el lenguaje escrito, no se exige más decoro en la pronunciación y el uso de vocabulario queda restringido a unas pocas palabras. Muchas veces imponiéndose expresiones guturales u onomatopéyicas.

Maceiras (2002), siguiendo su juiciosa exposición será taxativo:

La proliferación informativa  se desarrolla en forma de “video clip” y dosifica en  “migajas”, cultivo de la atención a lo momentáneo e inconsistente y fomento de personalidades incoherentes, incluso esquizofrénicas, tan prolíficas en nuestra actualidad. (p.429)

Para concluir de modo lapidario:

En fin, los seres humanos somos súbditos de una cultura de masas cosmopolita que despersonaliza, elimina las diferencias y las creencias, genera permanente inestabilidad en el saber e introduce la confusión entre conocimiento, ciencia e información. (pp. 429-430)

Es interesante constatar como esta faceta de la crisis apuntada por nuestro autor,   se armoniza plenamente con la óptica del actual Papa Benedicto XVI. En efecto, las nuevas tecnologías, la concreción de una cultura cosmopolita, que despersonaliza, llevando a una irresponsabilidad y pérdida de identidad de “este ser en el mundo… [que] es sapiens o inteligente porque habla, o habla porque es inteligente” (Macerias, 2002, p.15), desde una perspectiva eclesial, valórica o ética,  lleva a tomar actitudes de atento discernimiento pues, lejos de enriquecer al hombre poco a poco lo van empobreciendo espiritualmente. La consecuencia capital de este fenómeno,  ha sido que el hombre del siglo XXI, según Benedicto XVI (2008): “Tiene la impresión de que no necesita a nadie para comprender, explicar y dominar el universo; se siente el centro de todo, la medida de todo.” (párrafo 7).

Y sobre la misma temática abordada por Maceiras, pero no ya desde una perspectiva antropológica cultural  sino más bien filosófica y teológica, el Santo Padre, en el documento arriba citado,  acrecentará:

Más recientemente, la globalización, por medio de las nuevas tecnologías de la información, con frecuencia ha tenido también como resultado la difusión de muchos componentes materialistas e individualistas de Occidente en todas las culturas. Cada vez más la fórmula etsi Deus non daretur se convierte en un modo de vivir, cuyo origen es una especie de «soberbia» de la razón —realidad también creada y amada por Dios— la cual se considera a sí misma suficiente y se cierra a la contemplación y a la búsqueda de una Verdad que la supera.  La luz de la razón, exaltada, pero en realidad empobrecida por la Ilustración, sustituye radicalmente a la luz de la fe, la luz de Dios (cf. Discurso preparado para el encuentro con la Universidad de Roma “La Sapienza”, 17 de enero de 2008: L´ Osservatore Romano, edición en lengua española, 25 de enero de 2008, p.4)  (párrafos 8-9)

En esta enmarañada problemática, Maceiras (2002) tiene el mérito de señalar un aspecto poco observado y raramente enunciado por el común de los intelectuales:

Constreñido a ocupar un lugar en este contexto, el peor agravio que el consumo y los medios han infligido al ser humano no es hacerle esclavo de tan creciente tecnificación, sino haberle sustraído la conciencia de serlo, convirtiendo en insuperable tan inexorable alineación, despojada de espacio para la ruptura psíquica, espiritual o revolucionaria (p.430)

No cabe duda. La actual situación de esclavitud-técnico-dependiente, valga la redundancia, del hombre contemporáneo, sin conciencia de serlo, constituye un gran desafío para la Iglesia en este inicio de siglo XXI. El Santo Padre en el discurso arriba citado lo dirá con estas palabras:

Grandes son, por tanto, los desafíos que debe afrontar en este ámbito la misión de la Iglesia. Así, resulta sumamente importante el compromiso del Consejo Pontificio de la Cultura con vistas a un diálogo fecundo entre ciencia y fe. La Iglesia espera mucho de este confrontarse recíprocamente, pero también la comunidad científica, y os animo a proseguirlo. (párrafo 9)

Maceiras (2002), por su parte, finalizará su exposición con palabras que asumen un tono profético, para nada triviales:

La historia humana, si no toca a su fin, sólo puede esperar un futuro saturado de incertidumbres, añadidas a las expectativas no exentas  de ambigüedad que pueden derivarse de la profunda ambivalencia de la propia tecnociencia que introdujo en el mundo poderes que pueden concurrir tanto a fomentar la libertad y la sensibilidad, cuanto a trastocar la propia vida humana y comprometer su futuro. (p.430)

(Continua no próximo post)